viernes, 6 de enero de 2012

Detritus



DETRITUS

Cuando no encuentra ni un hueso que llevarse a la boca, Max abandona el suburbio y se deja caer por el callejón trasero de algún hotel de la ciudad.
Mientras anda husmeando en el interior de un contenedor de basura, oye un gemido apagado, ¿será un gato? Al asomarse dentro, resbala y descubre el cuerpo tibio de un bebé metido en un saco de lona. Decide entonces llevarlo con los suyos.
En la esquina, un policía de ronda ve desde su coche un enorme perro negro con una bolsa ensangrentada en sus fauces. Le da unos gritos, pero el animal no se desanima y prosigue su carrera hacia las puertas giratorias del hotel. Confuso, el hombre dispara varias veces su arma. Una de las balas acierta en su vientre.
Al aproximarse al cuerpo que se convulsiona en el suelo del hall, advierte su error y mientras arropa al bebé con su cazadora, acaricia la cabeza peluda del pobre infeliz, que le lame cálidamente.