domingo, 20 de enero de 2013

Tres deseos


TRES DESEOS

«…a  ver si consigue así que papá no haga más el indio. Ya está». Y dicho esto, Annie se acomoda en la alfombra voladora saboreando sus golosinas y arroja por el acantilado la lámpara oxidada. No ha sido tan difícil decidirse. Cuando llegue a casa, ya no tendrá que esconderse de la mala bestia que les tiene a mamá y a ella intimidadas: desde hoy, papá estará acompañando al genio hasta el final de los tiempos.