domingo, 29 de marzo de 2015

El extranjero

EL EXTRANJERO

Con este decomiso ya van cuatro hoy aseveró el juez al tipo que levitaba en la sala, señalando la esterilla tirada delante del estrado. Y esta vez tenemos el testimonio del propietario de la lavandería, que le vio salir con ella. Y dirigiéndose al traductor, prosiguió—: ¿No cree que el detenido debería considerar un plan serio de futuro como, no sé, sacarse el carné de conducir, por ejemplo?  Es peligroso ir volando por ahí en una moqueta, ¿sabe? Y no digamos en un tapete de cartas. ¿Tiene algo que decir?
El acusado, señor intervino tímidamente el intérprete ronca hace rato. ¿Podemos aplazar la vista unas horas?
Tendrá sueño, pobre se enterneció el juez, arropándole con una alfombra de la sala—. No me extraña, con tanto trajín. Que descanse, déjele. Pero asegúrese de que, cuando despierte, no vaya a escaparse subido en el felpudo de la entrada.