miércoles, 4 de marzo de 2015

La madre

LA MADRE


En el último momento la vocecita de Jana en el asiento trasero me hizo dar un volantazo antes de salirme en aquella curva. Miro por el retrovisor: nuestra pequeña se parece dolorosamente cada vez más a ti. Ahora consuela a su muñeca con la misma nana que inventaste para acunarla cuando una pesadilla le asaltaba en sueños. No ha vuelto a pedirme que se la cante; en estos siete meses hemos aprendido juntos a no vernos llorar.