MAGIA EXPRESS
—La
inquisición no tardará en llegar ¡y este mejunje no rompe a hervir…! ¡Ayayay! —se
impacientaba Agnes la coja—. ¿Estará lista la pócima antes de que se nos echen
encima?
—Anda, calla
un poco y haz algo. —Su prima Mirtha arrastraba un dedo pringoso sobre un pergamino
con la receta que les salvaría de la hoguera—. ¿Has añadido el huevo de cuco?
—Sí, lo batí
con la cabeza de murciélago y las ortigas, como dijiste.
—Bueno, esto
ya hace chof chof; a ver qué pone
aquí: «Aplicar sobre el rostro hasta formar una costra y en cinco minutos desaparecerán
las verrugas sin dejar cicatriz».