viernes, 30 de octubre de 2015

Fondo de armario

FONDO DE ARMARIO

Seguía atrapado allí, dentro del uniforme de vigilante en la fábrica de embutidos de su suegro, de lunes a viernes; en el chándal de salir a correr con sus cuñados tres días por semana; en aquellos ridículos calzoncillos con tirantes que tanto excitaban a su mujer cada noche de sábado.
Pero los domingos, cuando ella llevaba a las niñas a patinar, colgaba en las perchas todas esas infamias, sacaba del cajón el disfraz de amazona del carnaval pasado, y tendido sobre la colcha, látigo en mano, esperaba a su vecino Carlo, que subía en apenas unos segundos las escaleras desde la barbacoa del jardín.