viernes, 30 de octubre de 2015

La nuera

LA NUERA

¡No te lo vas a creer…! —chilló Julio derramando la jarra de cerveza sobre las palomitas—. ¡Acabo de recibir un whatsapp de mi madre!
—¿Y qué se cuenta? —pregunté aburrida. La peli que nos habíamos descargado, la verdad, era un coñazo. Y las palomitas estaban demasiado saladas.
—¿Cómo que qué se cuenta? —masculló, mirándome desconfiado. Qué bien me conoce—. ¿Sabías que tenía móvil?
Como cuando nos casamos nos prometimos decirnos siempre la verdad, tuve que confesarle que se lo había regalado yo por su santo.
Santa Ofidia.
Y sí; la foto de perfil también la había elegido yo.