viernes, 6 de mayo de 2016

A bordo

A BORDO

—El día que una ola salte más de lo convenido os vais a enterar. ¿No veis que el barco va escorado? Y de todos los que estamos aquí, las únicas que nos salvaríamos seríamos esa —dijo señalando a una paloma blanca que atemorizada no se movía de lo alto del mástil— y yo, que sé nadar. De modo que si queréis llegar vivos a la costa y ofrecer un futuro a vuestros hijos, aunque sea en un zoo, ya podéis ir separándoos: las hembras a babor y los machos a estribor —ordenó a Noé y su pasaje la serpiente, que no se resignaba a perpetrar sus fechorías en una tierra despoblada.