viernes, 6 de mayo de 2016

En blanco

EN BLANCO



Pero nunca, sin saber bien por qué, dejarán de mirar hacia arriba. Unos, convencidísimos de que encontrarán en el cielo su salvación, una señal divina, o algo. Otros, menos ingenuos, fantasearán con la venida de una de las diez plagas de Egipto la de las tinieblas estaría bien para aprovecharse del caos y escapar de aquellas cuatro paredes; o imaginarán a Dios descargando toda su ira en forma de, por ejemplo, diluvio universal, sin sopesar las consecuencias devastadoras de ese fenómeno apocalíptico. ¡Vaya disparates se les ocurren…! Aunque también hay algunos que, más sensatos ellos, se limitarán a mordisquear pacientemente el capuchón del boli hasta que el profesor mire para otro lado.