miércoles, 27 de julio de 2016

En ruta

EN RUTA

Pese a sus frecuentes viajes a Rabat, Antonio no conseguía acostumbrarse a aquellos calores. Mientras le cargaban el pescado en el camión, aprovechó para tomarse una limonada en la cantina.
Yusuf tenía mucha sed. Había tardado siete horas en llegar al puerto, pero su sueño de convertirse en una estrella del fútbol seguía inquebrantable.
Antonio se acercó a un tenderete a comprar unos dátiles rellenos para su Conchi. ¡Qué ganas tenía de verla!
Yusuf acariciaba el balón que llevaba en su macuto. En cuanto llegase a España, donde vivía su primo Ahmed, demostraría lo buen futbolista que era.
Mientras Antonio firmaba unos albaranes, Yusuf se coló en el remolque del primer vehículo que vio, el de Antonio, y se acurrucó detrás de unas cajas de forespan.
Tras desembarcar del ferry, Antonio cruzó la frontera, muy contento de que no le parasen en el control. Eso le ahorraría al menos media hora de viaje. En cuanto llegara a casa lo primero sería una ducha fría. Y después, su Conchi…
El funcionario de aduanas también estuvo de suerte. Se evitó abrir el remolque y encontrar junto a las cajas de merluza el cuerpo congelado de un chiquillo envuelto en una camiseta blaugrana.