lunes, 21 de agosto de 2017

El grupo

EL GRUPO


Había escrito cien veces «te quiero» en la arena mojada. Fue en aquel campamento de verano, junto a la playa. Intentaba siempre tumbarme cerca de Sonia y sus amigas; entonces, cuando sabía que me miraba, dibujaba corazones con un palito, cogía para ella las conchas más bonitas que encontraba en la orilla o cargaba con su mochila rosa cuando regresábamos para la cena.
La noche de la despedida estuvimos cantando con los monitores y los niños más pequeños alrededor de la hoguera, hasta que las chicas me invitaron a acompañarlas a las dunas. Allí, me cortaron las trenzas y me llenaron la boca de algas, mientras a grito pelado chillaban «¡¡marimacho, marimacho!!».


Con el flequillo tapándole la cara y las manos frotando sus lágrimas, Sonia era la que más fuerte gritaba.


domingo, 6 de agosto de 2017

Personajes secundarios

PERSONAJES SECUNDARIOS

Una merluza de poca talla y una sardina conversaban, algo desganadas, dentro del estómago de un bonito en la bodega de un barco.
—Tampoco se está tan mal aquí —decía por decir la merluza, no muy convencida—. Yo de mayor podría haber acabado, por ejemplo, con un anzuelo atravesado en el labio, en el paladar o, lo que es peor, en un ojo. Quita, quita, qué mal.
—No es eso lo que me roba el sueño, chica. —La sardina daba vueltas y más vueltas para un lado, para otro, en derredor, muy preocupada—. Qué más da ser tuerta a estas alturas. Yo solo te digo que hace unas horas nadábamos tan felices en el mar y ahora el pesquero este nos lleva a la costa vasca. Y ya sabes cómo es esa gente, que en cuanto agarra un cuchillo, ajo, harina y sal, terminas asada en una plancha o convertida en albóndiga en salsa, croqueta o pintxo marinado en una barra.


Tras un breve silencio se miraron algo más relajadas, pues a ninguna de las dos le pareció tan mal.