LA VIE EN ROSE
Iluminada
por el haz brumoso de las farolas, la ciudad del amor se dispone para la
seducción una noche más. Junto al Sena, una banda de trompetistas negros toca
música de jazz mientras los camareros de las terrazas descorchan botellas de
champán. En la barandilla de Pont Neuf una pareja sella con un candado su
repentino amor eterno. Debajo, ovillado sobre unos cartones, Etienne saca una
mano del bolsillo del gabán y da una chupada a la colilla que acaba de caerle.
El filtro tiene manchas de carmín, y mirando pensativo las aguas púrpuras del
río da otra larga calada.